La vida va dando besos al aire,
palmaditas en la espalda,
puñaladas en el alma,
puñetazos en la cara.
Como un carrusel de feria,
la vida gira, se para,
recorre territorios,
pueblos y ciudades enteras.
Como un vagabundo,
la vida va dando tumbos.
Pero también se afinca,
sienta raíces y se esparce.
La vida a veces se acaba,
y otras sin acabarse,
bifurca caminos y alianzas.
Pero a veces la vida,
tierna y seductora,
te guarda sorpresas
y cuando menos lo esperas,
también te besa en la boca.
©María José Gómez Fernández